¿Alguna vez has sentido que Dios te dijo algo… pero después dudaste?
Como que primero te sentías encendido, seguro, con fe…y luego te vino la voz interna que dice:
“¿Y si no era Dios? ¿Y si era solo tu idea?”
No estás loco.
Estás en la zona donde Dios forma discernimiento — esa capacidad de escuchar Su voz en medio del ruido.
Y aquí te voy a mostrar cómo reconocer si eso que sentís viene del cielo o de tu cabeza
1. La paz no miente
La paz no es emoción, es conformación.
Jesús dijo:
“La paz os dejo, mi paz os doy… No se turbe vuestro corazón.”
( Juan 14:27 )
Cuando algo viene de Dios, aunque te saque de tu zona de confort, te deja una sensación directa, no de caos.
Si algo te causa desesperación, ansiedad o confusión…
No lo tomes aún. Ora. Espera.
Dios no se contradice con Su propia paz.
2. Dios te da pasos, no mapas
A veces esperás que Dios te muestre todo el plan, y solo te da el primer paso.
Y eso te desespera. Pero así funciona la fe.
“Por la fe Abraham salió sin saber a dónde iba.”
(Hebreos 11:8)
Si lo que sentís te empuja a moverte sin verlo todo, pero sabés que no contradice la Biblia, entonces probablemente es Dios probando tu fe.
3. El diablo susurra duda, no dirección
El enemigo no siempre viene con tentaciones obvias.
A veces viene con pensamientos disfrazados de “prudencia”:
“Tal vez no deberías hacerlo.”
“Eso no va a funcionar.”
“¿Y si te sale mal?”
No te empuja al pecado, te empuja a no creer.
Y eso ya lo hizo antes:
“¿Conque Dios os ha dicho…?” (Génesis 3:1)
Identifica su voz:
Si te roba paz, fe o enfoque, no viene de arriba.
4. No busques señales, busca relación
Muchos quieren que Dios les mande mensajes tipo whatsapp:
“Dios, si esto es tuyo, que el cielo se ponga rojo.”
No, hermano.
Dios no juega a las adivinanzas.
Él se revela a los que pasan tiempo con Él.
“Mis ovejas oyen mi voz.” (Juan 10:27)
Entre más tiempo pasás con Él, más natural se vuelve reconocer Su voz.
No es magia, es relación.
5. Lleva tus pensamientos cautivos
Tu mente es un campo de batalla.
Y la Biblia no dice que ignores tus pensamientos, sino que los pongas bajo autoridad
“Llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.”
(2 Corintios 10:5)
Cada vez que una idea llegue, pregúntate:
-
¿Esto me acerca a Dios o me aleja?
-
¿Me llena de fe o de miedo?
-
¿Tiene respaldo bíblico o solo emoción?
Si pasa ese filtro, camina con fe.
6. La obediencia aclara lo que la duda confunde
A veces querés tener claridad antes de obedecer.
Pero el secreto está al revés: obedeces y luego entiendes.
“Si alguno quiere hacer su voluntad, conocerá si la doctrina es de Dios.”
(Juan 7:17)
Cuando das el paso, Dios ilumina el camino siguiente.
Primero fe, luego claridad.
Dios no juega a esconderse.
Pero tampoco le habla a oídos distraídos.
Si sentís que algo se encendió dentro de ti — un sueño, un proyecto, una idea loca pero con propósito — no lo apagues por miedo.
El enemigo ataca más lo que tiene potencial eterno.
Y si estás dudando, es señal de que algo grande está naciendo.
🔥 Así que ora, discierne y avanza.
Porque si es de Dios, nada ni nadie lo va a detener.
¿Te ha pasado esto? Cuéntame en los comentarios cómo aprendiste a distinguir la voz de Dios.

0 comentarios:
Publicar un comentario